Benz Velo, el primer vehículo producido en serie

Benz Velo, el primer vehículo producido en masa

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Hace ya 128 años, Carl Benz y su empresa Mannheim Benz & Cie, antecesora de Mercedes-Benz, lanzaron al mercado el que sería el primer coche compacto de cuatro ruedas producido y vendido en serie. Este modelo llamado Velociped (en español Velocípedo) y su versión posterior Comfortable se produjeron y comercializaron durante ocho años (1894 a 1902). Casi de inmediato a su lanzamiento, el vehículo adquirió el apodo de “Velo” o Benz Velo.

En su momento, el Benz Velo fue promocionado como un vehículo ligero, rápido, robusto y comparativamente económico a nivel de precio. Su diseño vanguardista evolucionó durante su tiempo de producción. En total, se produjeron más de 1.200 unidades, en su mayor parte destinadas a la exportación.

En GM Chamorro te invitamos a conocer, en las próximas líneas, la historia del Velo, un auténtico pionero de la movilidad moderna.

Benz Velo, los antecedentes de un vehículo innovador

Como hemos contado en otros artículos, Karl Benz patentó y presentó en 1883 el que sería el primer automóvil de la historia impulsado por un motor de combustión interna: el Benz Patent-Motorwagen. Aquel ejemplar era un coche simple con tres ruedas, una sola marcha y una velocidad máxima de 17 km/h. Lo que para la época era sorprendente.

Sin embargo, Benz seguía preocupado porque aún no existía una dirección del eje delantero que permitiera ensamblar un coche motorizado de cuatro ruedas. A su juicio, la dirección convencional empleada en los carruajes tirados de caballos no era viable para aplicarla a un automóvil. Entonces, decidió resolver por sí mismo el problema diseñando y registrando la patente de una dirección de doble pivote en 1893, designada DRP 73515. Su modelo Benz Victoria con cuatro ruedas, lanzado ese mismo año, fue el primero en disponer de esta innovación mecánica.  

Por supuesto, Benz quería ir más allá y estaba obsesionado en lograr un coche más ligero. De allí que pudiera presentar el Velociped en la Exposición Universal de Chicago que tuvo lugar desde 1 de mayo hasta el 31 de octubre del mismo 1893. El éxito fue tal que, desde 1894 hasta 1902, se ensamblaron más de 1.200 ejemplares. De hecho, como dijimos, fue el primer coche producido en serie a nivel mundial.

Un nombre acertado

Por cierto, la denominación del vehículo no podía ser más apropiada. Karl Benz era un diseñador y constructor incansable que dedicó parte de sus esfuerzos al desarrollo de bicicletas. Mismas que, para la época, eran más conocidas como velocípedos. Durante un tiempo, denominó con este apelativo sus primeros coches de tres ruedas. De esta manera, podían diferenciarse de los primeros y pesados carros motorizados. Benz Velo reunía cuatro criterios innovadores para el momento: robustez, ligereza, velocidad y buen precio. Aunque, la verdad sea dicha, su coste de 2.000 marcos no era precisamente asequible a un gran público. Pero su fabricante consideró que, por el refinado equipamiento y sus linternas, la valoración del Velo era más que justa.  

Las características del Benz Velo

Para el Velo, la automotriz construyó un nuevo motor más pequeño que el del Victoria. El mismo estaba instalado en proyección horizontal, igual que el motor del Victoria, pero desarrollaba 1,5 caballos de vapor (CV), equivalentes a 1,1kilovatios. Dicho sistema tenía una cilindrada de 1.045 cc y un diámetro/carrera de 110/110 milímetros. En estas condiciones, el coche podía alcanzar una velocidad máxima de 20 km/h.

Asimismo, el motor, dispuesto bajo un capó de madera, ponía en marcha el contraeje mediante un disco suelto, un disco fijo y un diferencial integrados transversalmente por dos correas planas. Así como por dos cadenas que iban del diferencial hasta las dos ruedas traseras. Mientras que el cárter continuaba al descubierto, tal como lo llevaban el Victoria y los coches de tres ruedas. No fue sino hasta 1898 cuando se instaló el cárter cerrado en estos modelos. Más aún, el modelo que nos ocupa tenía dos marchas hacia delante, aunque al inicio, no disponía de retroceso. La transmisión de potencia a la carretera ocurría gracias a una transmisión por correa plana de dos etapas.

Por otro lado, el Benz Velo disponía de un chasis de madera con refuerzos de hierro. En un principio, el vehículo contaba con un carburador de superficie, que posteriormente fue sustituido por un carburador flotante que diseñó el propio Benz. De manera similar a los coches de tres ruedas, el motor arrancaba mediante el giro del volante de inercia y, así, avanzaba a un ritmo constante.

Bajo el banco del asiento, estaba el depósito de combustible, con una capacidad de casi 18 litros. La cantidad de carburante no resultaba excesiva, teniendo en cuenta que el consumo del coche era de alrededor de 14 litros por cada 100 kilómetros.

Carrocería, ruedas y otros elementos del Benz Velo

En cuanto a carrocería, la del Benz Velo era compacta, ya que apenas medía 2,25 metros de largo. Esto representaba 45 centímetros menos que los modelos de tres ruedas de la marca. En efecto, tenía una línea muy delicada, característica potenciada por sus ruedas de radios de alambre. Cabe destacar que uno de los hitos de este vehículo fue la brutal reducción de su peso: la primera versión del Velo (1894) solo llegaba a 280 kg. ¡380 kg menos que el Benz Victoria!

Por otra parte, el Benz Velo contaba con ejes rígidos tanto por delante como por detrás. Su dirección de doble pivote podía maniobrarse mediante una columna vertical ubicada en el centro de la unidad. Los neumáticos eran de goma maciza: los delanteros medían 55 cm de diámetro; en tanto que los traseros tenían 85 cm de diámetro. Entre sus ejes, la distancia era de 1,34 metros. Finalmente, el ancho total del coche era de 1 metro delante y 104 centímetros detrás.

Los modelos posteriores del Benz Velo

En 1896, Mannheim Benz & Cie lanzó al mercado una nueva versión del Benz Velo, llamada «Comfortable», con mayores prestaciones y a un coste de 2.500 marcos.  De los 1,5 CV que desarrollaba el motor de la versión original, pasaba ahora a los 2,75 CV, equivalentes a 2 kW, que se ponía en funcionamiento mediante una manivela. Esto supuso para los propietarios una gran ventaja en comparación con el mecanismo anterior. Por tanto, la velocidad máxima que podía alcanzar era de 30 km/h. Por si fuera poco, con un recargo de 200 marcos, la unidad podía disponer de una serie de engranajes planetarios que proporcionaban tres marchas hacia adelante y una hacia atrás.

Como dato curioso, el diámetro de las ruedas se redujo a 54 cm las delanteras y a 78 las traseras. La prensa alemana de la época destacaba las “elegantes líneas” y “refinado” equipamiento del nuevo Velo. Esto ponía en evidencia la gran importancia que la automotriz daba al diseño, la mano de obra y al estilo perfecto de sus coches. Por cierto, algunos accesorios se vendían por separado, entre ellos: un parasol (100 marcos) o un protector de cuero contra salpicaduras (200 marcos).

La entrada del siglo XX trajo consigo un modelo más avanzado del Benz Velo Comfortable. El nuevo motor desarrollaba 3 CV (2,2 kW) a 700/min desde una cilindrada de 1.045 cc, sin cambios. La transmisión con marcha atrás pasó a ser estándar y no opcional. Al año siguiente (1901), la potencia del motor llegó a 3,5 CV (2,6 kW).

Con el Benz Velo, la automotriz antecesora de Mercedes-Benz inauguró la producción de coches de motor en serie. ¡Nada menos que diez años antes que la Ford Motor Company hiciera lo propio con su legendario modelo “T”!

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