Los frenos de coche están diseñados y fabricados para funcionar en todas las condiciones, pero su eficiencia es tan importante como su potencia.
Poder frenar un coche a tiempo es una garantía con la que debe contar cada conductor. Garantía que depende del cuidado responsable que se le dé al sistema de frenos.
¿Qué son los frenos de coche?
Si nos ceñimos a su definición, los frenos son aparatos mecánicos que sirven para ralentizar o bloquear el coche mientras conducimos. Se trata de una de las partes más importantes de cualquier vehículo. Sin ellos el coche continuaría su desplazamiento y su control sería casi imposible, un total peligro.
En un coche sin frenos se cumple la segunda Ley de Newton, la cual afirma que un cuerpo permanece quieto o en movimiento a menos que se le aplique una fuerza.
De acuerdo a ello, mediante el sistema de frenos se aplican una fuerza contraria a la dirección del desplazamiento. Por tanto, se reducen las revoluciones de los neumáticos, pudiendo desacelerar de forma controlada.
Sin noticias sobre su origen
El origen preciso de los frenos es desconocido. Sin embargo, es posible pensar que desde que el hombre logró impulsar y desplazar objetos, también surgió la necesidad de detener el desplazamiento de los mismos. Así dio rienda a su creatividad para encontrar la solución y surgieron los frenos, aunque no como los conocemos.
De hecho, no fue sino hasta 1902 en que fue patentado el primer sistema de frenos de disco por el ingeniero inglés Frederick William Lanchester. En el mismo año, Ransom Olds probó el primer sistema de frenos de tambor, con el cual se logró que los coches pudieran frenar varios metros antes que los automóviles de su entorno. Sin duda un avance muy importante para el automovilismo.
En 1918, Malcom Lougheed, por primera vez aplicó la hidráulica a los frenos, mediante fluidos contra los pedales de freno, para lo que se sirvió de tuberías, haciendo más eficientes los resultados.
En 1970, los frenos antibloqueo (ABS), creados en 1929 por Gabriel Voisin para aeronáutica, fueron incorporados en el eje trasero de los coches y en 1971 en las cuatro ruedas.
Hasta el día de hoy el concepto de dichos tipos de frenos se mantiene como base de la mayoría de los diseños de frenos de coche, ya que son muy eficientes y funcionan en distintas condiciones y escenarios.
Los diferentes tipos de frenos de coche
En la actualidad existen diferentes tipos de frenos de coche. Estos difieren en funcionamiento, efectividad y duración. Son los siguientes:
Frenos de tambor
Consisten en un cilindro giratorio (el tambor) y dos mordazas fabricadas con un material de fricción. Cuando se activa el freno, las mordazas ejercen fuerza sobre el tambor desde el interior, desacelerando su rotación por la fricción que ocurre.
Frenos de disco
Son un sistema más avanzado y eficaz que los frenos de tambor. Consisten en un disco sobre el cual una pinza que aloja las pastillas de freno aplica presión. Cuando presiona el pedal del freno, los pistones dentro de la pinza presionan las pastillas contra el disco conectado a la rueda. Entonces la velocidad de la rueda disminuye.
Frenos antibloqueo
Se caracteriza porque controla el frenado electrónicamente. Los sensores controlan si una rueda está a punto de bloquearse. En tal caso, reducen brevemente la fuerza de frenado en esa rueda. Tan pronto como esa rueda recupera la misma velocidad de rotación que las otras ruedas, el sistema aumenta la presión de frenado nuevamente. Esta acción se repite continuamente para reducir la velocidad de forma segura, evitando que las ruedas patinen y pierdan adherencia.
Recomendaciones de uso para obtener los mejores resultados
Para poder contar con el buen funcionamiento en cualquiera de los sistemas de frenado y evitar los indeseados accidentes es importante cuidar los frenos.
Para ello sigue estas útiles recomendaciones:
- Evita frenar de manera brusca, para que impidas desgaste prematuro del freno.
- Desplázate con velocidades prudentes, con lo que evitarás frenadas continuas que obviamente desgastan más rápido el sistema.
- Presta atención a la distancia recorrida cuando aplicas el freno. Si se incrementa, es tiempo de revisión.
- Si percibes sonidos o vibraciones al pisar el freno, puede que algún elemento del sistema de freno esté mal. De inmediato debes hacer la revisión mecánica con un experto.
- Si sientes que debes ejercer mucha presión al pedal para frenar o que se hunde hasta el fondo, los discos u otro elemento pueden estar dañados. También puede ser falta de fluido.
Revisiones para tener los frenos a punto
Frenar un coche a tiempo garantiza la seguridad propia y la de los demás. En tal sentido, el mantenimiento oportuno del sistema de frenos del coche te evitará problemas y gastos mayores. Es necesario revisarlo de forma periódica, ya que sus elementos sufren desgaste a diferente ritmo.
Lo más importante para cualquier sistema de frenos es verificar y graduar el freno y revisar las pastillas de freno, ya que tienen un tiempo de vida útil. El cual de acuerdo a su calidad y/o exceso de frenadas puede acortarse.
También es necesario revisar los discos de freno y el circuito de freno hidráulico. Comprobar si sella correctamente, si no hay fugas de líquido o si alguna parte del sistema no se ha dañado.
Confía en los especialistas y conduce seguro
Al igual que cualquier sistema, el rendimiento del sistema de frenos del coche depende del equilibrio de todos sus elementos. Por tanto, recurrir con regularidad a un taller como GM Chamorro, con gran experiencia comprobada, para la revisión y mantenimiento adecuado del sistema de frenos es lo recomendable. Esta es la única manera de lograr que siempre que salgas a conducir cuentes con la seguridad necesaria para protegerte a ti y a los que están contigo.