En qué consisten los crash test o pruebas de choque

Equipo de Marketing

¿Por qué se hacen crash test o pruebas de choque con automóviles? ¿Sabías que Mercedes-Benz tiene un centro especializado en este tipo de ensayos en Sindelfingen (Baden-Wurttemberg, Alemania)? Probablemente creas que este tipo de experimentos es un desperdicio, por requerir de un coche de verdad para destrozarlo. Sin embargo, esta acción es más necesaria de lo que imaginas. Ya que de ello depende la aprobación para que un modelo concreto pueda ser vendido masivamente. El prestigio del fabricante también entra juego si algún detalle no es tenido en cuenta en estos experimentos.

Para conocer un poco más sobre esta importante comprobación de seguridad, te invitamos a seguir leyendo el presente artículo.

¿Qué son los crash test o pruebas de choque?

Como su nombre lo indica, los crash test o pruebas de choque son un tipo de ensayo destructivo realizado para garantizar que un coche o vehículo cumple con las normas de diseño seguro, en relación a la compatibilidad con los impactos y la resistencia a los mismos.

Estas pruebas son cruciales para contribuir a la erducción de consecuencias como muertes, lesiones y los daños a la propiedad por colisiones de vehículos que ocurren en calles y carreteras.

En otras palabras, se trata de destrozar un coche deliberadamente para saber hasta qué punto su estructura podría disminuir los efectos de un accidente verdadero en sus ocupantes, peatones o propiedades públicas y privadas. En la cabina del vehículo se colocan maniquíes o dummies con sensores para representar al conductor y a los ocupantes.

Existen varias clases de crash test que se realizan para proporcionar información y orientación, tanto a los fabricantes como a los futuros propietarios de los coches. En este artículo explicaremos brevemente la clasificación de The Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), de Estados Unidos. Dicha clasificación es parecida, aunque con algunas diferencias, a la del Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos NCAP.

Cabe destacar que, además de los criterios y valoraciones oficiales, fabricantes como Mercedes-Benz deciden aplicar pruebas más exigentes que superan el estándar. Más adelante hablaremos con mayor detalle sobre este tema.

Clasificación de los crash test o pruebas de choque

Prueba de impacto frontal

El IIHS efectúa tres evaluaciones distintas de choque frontal, una de solapamiento moderado o desplazamiento frontal y dos tests de solapamiento pequeño, uno del lado del conductor y otro del lado del pasajero.

Para el test de solapamiento frontal moderado, el coche es dirigido a 64 Km/h hacia una barrera deformable de aluminio en forma de panal de abeja. Dicho obstáculo tiene poco más de 60 cm de altura. En el asiento del conductor se dispone un Hybrid III o dummy que representa a un hombre de contextura media. El 40% del ancho total del vehículo golpea la barrera en el lado del conductor. El impacto generado es similar al que produce una colisión frontal compensada entre dos vehículos del mismo peso, cada uno desplazándose a menos de 65 Km/h.

Pruebas frontolaterales

En la prueba de choque frontal con solapamiento pequeño del lado del conductor, el vehículo corre hacia una barrera rígida de 1,5 metros de altura. El coche va a una velocidad de 64 Km/h y lleva a Hybrid III como conductor. El 25% del ancho total del vehículo impacta contra el obstáculo en el lado del conductor.

La prueba de choque del lado del pasajero es similar a la del lado del conductor. Pero hay dos diferencias notables, el vehículo impacta el obstáculo por el lado derecho. Además, en la cabina hay dos dummies, uno como conductor y otro como pasajero.

Los coches modernos, en su mayoría, cuentan con armazones de seguridad que encapsulan el compartimiento de los ocupantes. Asimismo, estos vehículos están ensamblados para resistir impactos frontales y con solapamiento moderado, registrando mínima deformación. En el mismo momento, las zonas de aplastamiento ayudan a gestionar la energía del choque. De esta manera, reducen las fuerzas en la cabina. Las estructuras críticas de las zonas de aplastamiento están concentradas en el 50% del frontal. Si la colisión afecta a estos armazones, la cabina está protegida de la intrusión. Mientras que los airbags delanteros y los cinturones de seguridad pueden contener y proteger efectivamente a los ocupantes.

Crash test lateral

Para el test de impacto lateral, el IIHS emplea un elemento móvil de casi 1.497 kilos, similar a un vehículo todoterreno. Este golpea el lado del conductor del coche de prueba a 50 Km/h. Tanto en el asiento del conductor como detrás de éste, se disponen dos dummies SID-IIs. Estos maniquíes representan a mujeres pequeñas o a niños de 12 años.

Sin duda, el test lateral es severo. De hecho, de una colisión comparable en el mundo real, es poco probable que conductor y pasajero resulten ilesos. Por tanto, la evaluación sirve para determinar si el automóvil tiene una protección lateral suficiente para que los ocupantes sobrevivan sin sufrir lesiones graves.

El IIHS fue la primera organización en EE.UU. que empleó el SID-IIs más pequeño en una prueba de choque. En circunstancias reales, las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir lesiones graves en la cabeza a consecuencia de impactos laterales. Las conductoras de menor estatura tienen más posibilidades de que su cabeza sea golpeada con el frontal del vehículo que impacta en un choque lateral izquierdo.

Pruebas de vuelco

Miles de personas mueren anualmente a causa de los vuelcos. Para reducir la incidencia de estos aparatosos accidentes, los coches actuales suelen tener un control electrónico de estabilidad. Al producirse un vuelco, los airbags laterales de cortina protegen a los ocupantes, pero esto no sustituye el uso del cinturón de seguridad. No obstante, para que estos dispositivos sean efectivos es indispensable contar con techos resistentes que se aplasten menos. Así es viable preservar el espacio de supervivencia de los ocupantes y evitar que ellos salgan despedidos por las ventanas y lunas del coche.

Para probar la resistencia del techo, se realiza el test de vuelco. Con la finalidad de realizar este test, una placa metálica es empujada en ángulo hacia abajo en un lado del techo. Dicho proceso se ejecuta a una velocidad lenta pero constante y monitorizando la fuerza necesaria para aplastar el techo. La fuerza aplicada en relación con el peso del coche es conocida como relación resistencia-peso. En este sentido, cinco pulgadas es la medida clave de resistencia antes de que el techo sea aplastado.

Para que el techo de un automóvil pase el test debe obtener una relación resistencia-peso de cuatro veces el peso del coche antes de aplastarse cinco pulgadas. Siendo 3,25 una valoración aceptable y la mínima de 2,5. Las calificaciones inferiores a este valor son deficientes.

Crash test traseros

Para los crash tests traseros, se emplea un elemento móvil similar al utilizado en la prueba de choque lateral que impacta contra el coche a 35 Km/h.

Los crash test o pruebas de choque de Mercedes-Benz

La ventaja más evidente de los crash test o pruebas de choque está en la posibilidad de obtener datos en tiempo real de la colisión. Con este propósito, los coches son equipados con múltiples sensores y cámaras de alta velocidad. Por igual, distintos tipos de maniquíes también son provistos de equipos de medición que suministran datos concretos sobre las fuerzas a las que estaría sometido un cuerpo humano durante un accidente de tráfico real. Todos estos recursos son empleados por Mercedes-Benz en su Centro Tecnológico para la Seguridad de los Vehículos (TFS) de Sindelfingen.

En particular, las pruebas de choque de la marca germana son superiores en número y complejidad a las evaluaciones exigidas por distintas legislaciones. De igual manera, Mercedes-Benz posee los métodos de simulación más avanzados para soportar el proceso de desarrollo en esta área. Por cierto, los parámetros de la marca son tan exigentes que pueden requerirse hasta 15.000 simulaciones de choque realistas con herramientas digitales y unos 150 crash tests reales con coches. Todo ello, antes que un modelo nuevo esté listo para su comercialización.

Un complejo tecnológico especializado en crash test o pruebas de choque

Mercedes-Benz inauguró el Centro Tecnológico para la Seguridad de los Vehículos (TFS) de Sindelfingen en noviembre de 2016. A día de hoy, este es uno de los centros más avanzados en su especialidad. El TFS plantea un concepto de pista para crash test pruebas de choque flexible. Mediante el mismo, además de ofrecer instalaciones para ensayos clásicos, provee las condiciones para montajes de prueba totalmente innovadores. Entre estas evaluaciones están los choques entre vehículos (Car2Car) desde todos los ángulos, el examen PRE-SAFE®crash tests con camiones y maniobras de conducción automatizada con un choque posterior. De manera global, se llevan a cabo alrededor de 70 configuraciones de crash tests distintas. Incluso la instalación dispone de una sistema de pruebas para ensayar componentes y nuevos métodos de medición de vehículos antes y después del choque.

Por si fuera poco, el Technologiezentrum Fahrzeugsicherheit de Sindelfingen dispone de espacio suficiente para requerimientos a futuro, como una pista de choque de 200 metros de longitud, que es la más larga del centro. Igualmente el complejo posee cinco bloques de choque. Uno de ellos es móvil y puede disponerse en cualquier sitio dentro del espacio. Hay otro que puede girar alrededor de su eje vertical. Ambos están preconfigurados con una barrera diferente en cada uno de sus cuatro lados, para ofrecer un funcionamiento eficaz. Aparte de eso, mediante un sistema de partición móvil, la estructura permite el funcionamiento simultáneo de hasta cuatro pistas de choque.

Siete décadas estableciendo nuevos parámetros de seguridad

Desde la contratación del ingeniero austríaco Béla Barényi, Mercedes-Benz inició una larga trayectoria de innovación en seguridad automotriz. En 1951, Barényi introdujo la carrocería con una célula de seguridad para los ocupantes, desplazando el concepto de carrocería rígida imperante. Bajo la supervisión de este ingeniero comenzaron a desarrollarse las pruebas de choque de Mercedes-Benz en 1959. De allí en adelante, el I+D en seguridad ha sido una constante, lo que ha permitido a la marca alemana establecer estándares exigentes en esta área.

GM Chamorro comparte el paradigma de exigencia de Mercedes-Benz   

Como taller autorizado Mercedes-Benz en la Sierra de Madrid, en GM Chamorro nos identificamos con el trabajo y la exigencia que aplica la marca alemana.

Por supuesto, no hacemos crash test pruebas de choque. Pero sí verificamos en cada revisión de tu vehículo Mercedes-Benz que todos los elementos relacionados con la seguridad funcionen correctamente. Por este motivo, te ofrece el mayor stock de partes de reposición originales y el servicio de mantenimiento más completo para tu Mercedes-Benz. Contamos con mecánicos altamente cualificados y especialistas en la marca. Más aún, tenemos un área especializada en nuestro taller para trabajar carrocerías dañadas por siniestros; de esta manera, nuestros técnicos podrán dejar tu vehículo como nuevo después de cualquier daño.

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