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Sin duda, las innovaciones de Mercedes-Benz han influido en el devenir del mercado automovilístico mundial. En esta breve relación recordaremos los aportes y éxitos más importantes de esta firma alemana.
La invención del automóvil, primera de las innovaciones de Mercedes-Benz
Deberíamos comenzar por decir que la primera de las innovaciones de Mercedes-Benz fue la invención misma del concepto de automóvil. En 1886, por separado pero en paralelo, los ingenieros Carl Benz y Gottlieb Daimler patentaron los primeros vehículos impulsados por un motor de combustión interna. El Motorwagen de Benz era un coche de tres ruedas con un motor de un cilindro en la parte trasera. La diferencia con el invento de Daimler es que este último tenía cuatro ruedas.
Alrededor de 100 kilómetros separaban los talleres de Benz (Mannheim) y Daimler (Cannstatt, cerca de Stuttgart). Sin embargo, ambos no se conocieron y sus empresas -Benz&Co. y Daimler-Motoren-Gesellschaft (DMG)- fueron rivales hasta que iniciaron un proceso de fusión en 1924. Dos años después se constituyó la Daimler-Benz, que luego conoceríamos como Mercedes-Benz.
Innovaciones de Mercedes-Benz a lo largo del tiempo
Suspensión independiente en las cuatro ruedas
Nadie niega la comodidad y estabilidad en carretera que ofrecen los vehículos Mercedes-Benz. El origen de dicha estabilidad está en la suspensión a las cuatro ruedas, una novedad que el fabricante italiano Lancia introdujo al mercado en 1922 como parte de las prestaciones de su modelo Lancia Lambda. Ya con esa referencia, Mercedes introduce el modelo Mercedes 170 (1931), el primero de la compañía en poseer una suspensión independiente en sus cuatro ruedas. Desde entonces, esta característica pasaría a ser tendencia entre varios fabricantes.
Frenos hidráulicos
Cuando la era automotriz daba sus primeros pasos, los sistemas de frenado resultaban bastante rudimentarios. Para esta necesaria funcionalidad comenzó a usarse una zapata de madera que se encargaba de tocar la rueda. Luego se introducirían los frenos de tambor, que coincidieron con la incorporación de los primeros neumáticos –de Dunlop y Michelin– a las ruedas. Pero cabe mencionar que estos dos sistemas eran manuales o mecánicos.
Ya para 1918, el ingeniero de aviación Malcolm Loughead, que posteriormente se convertiría en el fundador de la Lockheed Aircraft Corporation, se encarga de crear un sistema de frenos hidráulicos para las cuatro ruedas de un vehículo. Ese mismo año, el fabricante estadounidense Duesenberg adaptó esta técnica a sus coches. Posteriormente, Mercedes-Benz incorporaría los frenos hidráulicos en 1931 a su modelo 170, en conjunto con la suspensión en las cuatro ruedas.
La combinación descrita hizo del 170 un éxito comercial, alcanzando una producción de 13.775 unidades entre 1931 y 1936. Curiosamente, la Ford Motor Company, con su bien ganado prestigio, no introduciría la suspensión delantera y los frenos hidráulicos en sus coches hasta 1939.
Coches con motor diésel, una de las innovaciones de Mercedes-Benz
Mercedes-Benz no inventó el motor diésel, pero sí lanzó el primer turismo con este componente. El concepto de motor patentado por Rudolf Diesel en 1895 fue incorporado al Mercedes 260D de 1936 y no tardaría en ser el favorito de gremios como los taxistas. ¿La razón? El motor en cuestión era mucho más eficiente y económico en consumo de combustible. El motor convencional de gasolina del Mercedes 200 consumía 13 litros por cada 100 kilómetros recorridos. Mientras que el del 260D usaba 9 litros de gasóleo para cubrir la misma distancia. Por otro lado, el precio por litro de gasoil equivalía a la mitad de un litro de gasolina. De modo que los coches con motor diésel pueden incluirse entre las innovaciones de Mercedes-Benz.
Zonas de deformación programable, otra de las innovaciones de Mercedes-Benz
Lanzar un vehículo deliberadamente contra un obstáculo determinado, para ver qué sucedía y poder optimizarlo, es un procedimiento casi centenario. De hecho, General Motors realizó en 1934 la primera prueba de choque o crash test contra una barrera. Pero Mercedes-Benz iría más allá, para obtener mayor provecho de este singular examen. Con tal propósito, Mercedes-Benz contrató en 1939 al ingeniero Béla Barényi, quien impulsó la creación de las primeras células de seguridad y las zonas de deformación programada.
Tras doce años, Barényi culmina su labor al incorporar estos elementos en el Mercedes-Benz SE 220 (W111, 1951). Este modelo es considerado como el primer coche en poseer una zaga y un frontal deformables de manera predeterminada en el momento del impacto. De tal manera, dichas partes absorbían la energía cinética y lograban mantener la cabina lo más intacta posible.
Frenos ABS
El sistema de frenos ABS o “antiderrape” es una tecnología que comenzó a gestar la compañía alemana Bosh hacia 1936. Ese año dicha empresa patentó una idea para dificultar el bloqueo de una rueda al frenar bruscamente. Después de varias pruebas fallidas, relega el proyecto y lo retoma en 1964, con el apoyo de Teldix, una subsidiaria.
Es relevante destacar que en 1940 una versión mecánica del ABS comenzó a emplearse en aviones. Con base a éste, la automotriz inglesa Jensen Motors implantó por primera vez en su coche deportivo Jensen Interceptor FF un sistema ABS. Sin embargo, Bosh continuó trabajando en un sistema electrónico para este complemento durante los años 70s. La asociación estratégica con Mercedes-Benz hizo posible la incorporación del ABS de Bosch en el Mercedes Clase S del año 1978. Gracias a ello, el invento logró ser exitoso y se convirtió en estándar para el automovilismo. Conjuntamente con la evolución del nuevo ABS, surgirían otras innovaciones relacionadas, como el control de estabilidad (1995), el emulador de diferencial autoblocante y el asistente de mantenimiento en carril.
Airbags
A día de hoy, el airbag es un mecanismo de seguridad muy solicitado por los conductores. El Oldsmobile Tornado (1973) de General Motors fue el primer coche comercial en implementar dicho componente. Esta versión inicial consistía en bolsas de tamaño XXL, que se inflaban frente a la cabeza y el torso de los ocupantes y, al mismo tiempo, protegían sus rodillas. Este airbag contaba con un sensor de funcionamiento provisto de un indicador luminoso y una bolsa replegada detrás del volante. Además, tenía en la guantera un dispositivo con propelente pirotécnico para el llenado. Con todo ello, el accesorio fue instalado en un millar de unidades del mencionado vehículo, pero al poco tiempo fueron retirados por ineficaces y agresivos con los niños.
Sería en 1981 cuando Mercedes-Benz lanzó su propuesta de airbag en el Mercedes Clase S. El sistema de la marca alemana supuso un duro revés para la industria automotriz estadounidense, por sus innovaciones. La primera de ellas fue su unidad de control que enviaba la orden de activación menos de 30 milisegundos después del impacto. El saco de nailon, muy similar al usado actualmente, se llenaba con nitrógeno, producto de la reacción explosiva del ácido sódico y el nitrato potásico que componían el propelente dispuesto en un cartucho. Por todas estas ventajas, las mejoras aplicadas al airbag son parte de las principales innovaciones de Mercedes-Benz, que le otorgaron efectividad y confiabilidad.
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