Con el paso del tiempo, la necesidad de motores más pequeños, eficientes y ecológicos es una prioridad. Sin embargo, debido a la alta demanda de equipos más potentes, el motor turbo se ha convertido en la alternativa más extendida desde hace años.
Es en ese punto entra en escena el turbocargador, que transforma los motores de combustión interna con aspiración natural en un motor turbo. De esta manera, el cargador habilita mejoras en las capacidades del motor y promueve un menor consumo, siendo relativamente fácil de adaptar a sistemas no tan modernos.
¿Qué es el turbocargador?
El turbocargador, también conocido como turbocompresor, es un dispositivo compuesto por una turbina y un compresor de aire que se utiliza para aprovechar los gases de escape emitidos por un motor. Esto obliga a que entre más aire en los cilindros y, por tanto, que el motor produzca más potencia.
Aunque sus principios de funcionamiento se conocen desde hace más de cien años, sólo hasta la década de los noventa su uso se ha hecho popular en vehículos.
¿Cómo funcionan los motores turbo?
Un motor turbo está compuesto por un eje con una rueda de turbina en un extremo y una rueda de compresor en el otro. Estas ruedas están cubiertas por una carcasa en forma de caracol con un orificio de entrada, por el que entran los gases de escape a alta presión.
Cuando el aire pasa por la turbina, esta gira y el compresor gira con ella, aspirando grandes cantidades de aire que se comprimen y salen por el colector de salida. Un tubo devuelve este aire comprimido a los cilindros a través de un intercooler, que enfría el aire antes de que llegue a los cilindros.
Como el turbo del coche funciona a velocidades tan altas (hasta 250.000 RPM), suele tener un sistema de refrigeración por aceite con el propósito de asegurarse de que no se calienta demasiado. Y así logra aumentar su vida útil, reduciendo el coste de mantenimiento.
La mayoría de los sistemas también contienen una válvula conocida como “wastegate”, que se utiliza para desviar el exceso de gas fuera del turbocompresor cuando el motor produce demasiada sobrealimentación, evitando que se dañe la turbina al limitar su velocidad de giro.
La diferencia del motor turbo que da más potencia
Los motores turbo se diferencian de los motores estándar en que utilizan los gases de escape desperdiciados para introducir más aire en la válvula de admisión. Esto permite tener unidades de alimentación más pequeñas y con un tiempo de respuesta más rápido.
Mientras que el motor atmosférico depende de la presión natural del aire para introducirlo en el motor, los turbos aceleran este proceso, produciendo potencia de forma más económica.
¿Cuáles son los beneficios del motor turbo?
Los motores con turbo ofrecen una serie de ventajas, de ahí que sean tan populares en los coches modernos. A continuación, enumeramos las principales ventajas de un motor turboalimentado.
Potencia
Los turbos producen más potencia en un motor del mismo tamaño. Esto se debe a que cada carrera del pistón genera más potencia que en los motores de aspiración natural.
Actualmente cada vez más coches están equipados con motores turboalimentados más pequeños, que sustituyen a unidades más grandes y menos económicas.
Economía
Como los turbocompresores pueden producir la misma potencia que los motores más grandes de aspiración natural, se abre el camino para el uso de motores más pequeños, ligeros y económicos.
Ahora, todos los coches diésel modernos están equipados con un turbocompresor. Esto, sin duda alguna, mejora el ahorro de combustible y reduce las emisiones.
Al mismo tiempo su rendimiento depende de la aceleración del motor, que permite mayor eficiencia desde el arranque y a bajas velocidades. Esto no impide que demuestre un gran desempeño a altas velocidades.
Par y rendimiento
Incluso en los motores más pequeños, los turbocompresores producen más par motor, sobre todo a bajas revoluciones. Esto significa que los coches se benefician de un rendimiento fuerte y ágil, lo que es genial en la ciudad y ayuda a que el motor se sienta más refinado a velocidades más altas.
A bajas velocidades, los pequeños motores turboalimentados pueden superar a los coches equipados con motores de aspiración natural más grandes, debido al par que producen.
Motores silenciosos
Debido a que el aire de un motor con turbocompresor se filtra a través de más tubos y componentes, el ruido de admisión y de escape se reduce y se refina. Esto hace que el ruido del motor sea más silencioso y suave, otro de los beneficios de los motores con turbo.
Motor turbo, el siguiente paso en la ingeniería automovilística
En definitiva, aunque las alternativas a los vehículos de combustión interna han tomado auge en los últimos años, el motor turbo ha logrado llevar una refrescante actualización a los vehículos tradicionales, mejorando su competitividad en una época cambiante.
Incluso, todos los beneficios del motor turbo lo han convertido en el predilecto de muchas marcas de coches, logrando convertirse así en una de las innovaciones más extendidas durante los últimos años.